Spencer Elden no es nuevo en los medios de comunicación, que desde hace unos meses parece que gusta de aparecer en ellos. Era sólo un bebé cuando le escogieron para aparecer desnudo en la portada del ‘Nevermind’ de Nirvana, sonriente detrás de un dólar (la verdad es que la portada es tan buena como el disco), y ahora que tiene 17 años, ha decidido repetir la escena. No es la primera vez que lo hace. En una Rolling Stone de 2001 salía en las mismas, celebrando el X Aniversario del disco.
El año pasado declaró a MTV que la foto de Kirk Weddle para la portada del álbum le hacía sentir como “una gran estrella del porno” porque todo el mundo ya le había visto desnudo. Sin embargo, ha reconocido que le ha servido de muchísimo para ligar cada vez que conocía a una chica, recurriendo a la bonita frase: “¿Quieres ver mi pene de nuevo?”.
A los padres de Spencer sólo les pagaron 200 dólares por soltar a su hijo de esa manera en una piscina de California. En principio la compañía pensó en comprar los derechos de alguna imagen similar ya existente, pero salía mucho más caro. El caso es que desde entonces no han dejado de lloverle ofertas bizarras al muchacho, como la de aquella señora ricachona que quiso contratarle para que se metiera en su piscina sólo porque era el bebé del disco de Nirvana, o la aparición en la portada de ‘The Dragon Experience’ de cEvin Key. Lo que nunca pudo producirse es la cena que Kurt y Courtney programaron tener un día con él cuando se hiciera mayor. Quizá Courtney esté pensando en ello, aunque igual está a otras cosas.
Nadie sabe muy bien para qué se ha hecho esta nueva foto exactamente Spencer, en la misma piscina además, pero parece que le seguirán unas cuantas en lo que podría terminar siendo una serie en el futuro en un museo de arte contemporáneo… o no. En nuestra opinión, por esta vez debería haber esperado a ser mayor de edad para hacerlo sin ropa, porque así tendría más sentido, se reabriría el debate sobre si el grunge se vendió de manera vergonzosa y todo eso. O igual ya lo ha pensado Spencer antes que nosotros, que aquí el que no corre, vuela.