Cabo Polonio



A pesar de su popularidad creciente, el Cabo Polonio sigue manteniendo su carácter oculto y secreto, que invita al visitante a descubrirlo. Una de las más fascinantes playas de Uruguay, Cabo Polonio sigue siendo para muchos un lugar al que acudir para descansar y aislarse del resto del mundo.


Partiendo de la ciudad de Montevideo, se debe viajar poco más de 264 kilómetros hacia el este, siguiendo la ruta 10 en coche o en bus, hasta llegar al parador del Cabo Polonio – punto de ingreso al balneario – en el departamento deRocha.
Ubicado en una península sobre el Océano Atlántico, unos 10 kilómetros de bosque arbolado y dunas de arena separan al pequeño pueblito del Cabo Polonio de la ruta 10. Desde el parador, aquellos que se encuentren disfrutando de sus vacaciones en Uruguay pueden caminar hasta el pueblo o contratar el transporte en uno de los vehículos todo terreno o carros tirados por caballos que le llevaran a destino.
Otro modo de ingreso es desde Valizas, un balneario cercano, desde donde se puede alquilar caballos o realizar a pie una caminata de unos 7 kilómetros por la playa hasta el Cabo Polonio.
La península del Cabo Polonio debe su nombre a Joseph Polloni, capitán de un galeón español que naufragó allí en el año 1753 cuando trasladaba mercaderías rumbo a la ciudad de Buenos Aires. Las tragedias se sucedieron en años siguientes, hasta que en 1881 se inauguró el Faro del Cabo Polonio.
Con un alcance lumínico de casi 34 kilómetros y destellos de luz que se activan cada intervalos de 12 segundos, el faro es uno de los pocos lugares del pueblo que cuenta con energía eléctrica, uno de los preferidos por aquellos realizando turismo en Uruguay – dada la hermosa vista del pueblo y de las costas aledañas que se tiene desde allí arriba – y la inspiración del álbum y la canción “12 segundos de oscuridad” del músico uruguayo Jorge Drexler, quien ganara el Oscar hace unos años por la banda sonora de la película “Diarios de Motocicleta”.
Parte del encanto del Cabo Polonio se debe, justamente, a que no se cuenta con alumbrado público y solo unas pocas viviendas cuentan con un grupo electrógeno propio para la iluminación. En el resto de los casos, se utilizan velas o iluminación tenue, a batería.
La población estable se compone de artesanos, pescadores y el personal del faro. Sin embargo, de enero a marzo, que es la principal temporada turística, se encuentran abiertas variedad de posadas, así como restaurantes y casas en alquiler.
Muchos gustan de visitar Cabo Polonio por el día, ingresando en los vehículos todo terreno o por la playa, para luego pasar el día en la playa, recorriendo la pequeña calle principal en busca de artesanías o alguna comida al paso, y regresando al lugar de origen luego del atardecer. Sin embargo, y debido a la ausencia de luz eléctrica, la magia del Cabo Polonio radica en la fuerza que cobra la Vía Láctea en el cielo nocturno, uno de los mejores de las playas de Uruguay.
Si de alojamiento en Uruguay se trata, el Cabo Polonio cuenta con un lugar de ensueño: la Posada de los Corvinos, donde cada habitación parece salida de un cuento de hadas y se puede elegir, al momento de la ducha, entre un baño tradicional en el baño interior, o una ducha en el baño exterior, rodeado de mariposas, con agua calentada durante el día a la luz del sol.
Al momento de una comida especial, no puede faltar una visita a Lo de Joselo, un resto pub rodeado de enredaderas, donde se sirven deliciosos fondues y vinos. Y si de vida nocturna se trata, las cantinas ofrecen un ambiente alternativo en que relajarse, bailar o charlar con amigos, mientras que una consulta a los locales revela información sobre los próximos toques de músicos que eligen pasar sus vacaciones en Uruguay en el Cabo Polonio, como Martín Buscaglia o Eli-u Pena.
No debe olvidarse llevar un buen abrigo, las noches son muy frías en esta península oceánica, y las aguas de las playas de la Calavera, pero especialmente las de la playa del Sur son muy frías, lo que resulta especialmente agradable en los frecuentes días de sol del verano en Uruguay.







Para llegar a Cabo Polonio, desde Montevideo, es necesario viajar hasta el kilómetro 264 y medio de la ruta 10, en el departamento de Rocha; en ese punto se encuentra la entrada al balneario. A dicha entrada se puede llegar perfectamente en auto o a través de algunas de las líneas de transporte que hacen el viaje desde Montevideo. Una vez en la entrada las opciones son caminar 7 km entre dunas de arena y bosque o contratar transporte, en alguno de los vehículos todo terreno que hacen la travesía hasta el Cabo Polonio. También existen carros tirados por caballos, que llevan hasta el Cabo Polonio, tanto desde su entrada en la ruta, como desde el cercano balneario de Valizas.


Cabo Polonio - Fotos : Pablo Etchevers
Precisamente desde Valizas se puede realizar el "tour" más panorámico para llegar a pié al Cabo Polonio. Una caminata de entre 8 y 10 kilómetros (de acuerdo a si se sigue la línea recta o se bordea el mar) entre las distintas dunas que se encuentran entre ambos poblados.

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