“Cuando recién era famoso decían: mirá el auto de mierda que tiene este judío, cuando cambié el auto decían, mirá qué auto tiene este judío de mierda. No les sirve nada”.
Teniendo en cuenta que su público no era argentino por una noche, Wainraich aprovechó su talento para apostar a algunas premisas dedicadas a los uruguayos. Todo desde su propio punto de vista y experiencia. El argentino comenzó pidiendo a los uruguayos: “Quiérannos, quiérannos, vengan a Buenos Aires cuando quieran, vengan a Punta del Este cuando quieran”, para despertar el primer aplauso de la noche.
Todo sucedió en un ambiente especial para un show de stand up porque el espacio tiene la mezcla perfecta de teatro tradicional para apreciar un espectáculo y boliche casual para pasarla bien de forma distendida.
El material de Wainraich se basó especialmente en observaciones sobre situaciones que todos hemos o podemos haber vivido de alguna manera, como por ejemplo: hacer el amor, que te “relaten el vuelto” o la vivencia de un parto, dándole el giro inesperado o disparatado para la explosión. Pero siempre desde su propia postura, de modo que también aprovechó para hablar sobre cosas que le pasan por ser famoso, lo que dobla el grado de interés, porque vemos la postura de alguien que sentimos conocer por haberlo visto en televisión.
Si en el teatro la cuarta pared es invisible, en televisión es explícita al convertirse en la mismísima pantalla. El aparato es el que nos separa de los personajes, y cuando vemos a uno de esos personajes haciendo stand up vemos al tipo de la “caja mágica” contándonos lo que le pasa. Sin juego de cámaras, sin una gran escenografía ni clips editados, sin publicidades de por medio, sin la responsabilidad de hablar sobre hechos actuales. Esto podría asustar a varios mediáticos que saben que no es lo mismo hablarle a una cámara que a un público que comparte el mismo tiempo y espacio que el comediante. Pero para Wainraich esto no parece ser un problema, sin más que un micrófono subió al escenario e hizo reír al público durante una hora.
No se esperaba menos, el humorista forma parte del elenco de la obra de stand up más exitosa de Buenos Aires, Cómico 4 (que integra desde Cómico 2) junto al uruguayo Martín Rocco, Peto Menahem y Dan Breitman. Además, también fue presentador del ciclo Stand Up Vh1 que se emitió para toda Latinoamérica y reunió a los artistas locales e internacionales más importantes del género.
Es común en este género que lleguemos a sentir que estamos conversando con el comediante, solo con escucharlo y respondiendo con risas. Sebastián Wainraich dejó en la Trastienda la sensación de que nos encontramos con un amigo que hace años no veíamos… y nos puso al día.
Escrito por SANTIAGO REYES, Comediante, ganador del concurso PATRICIA Stand Up.
Sebastián Wainraich presenta a Peto Menahem, en el especial de VH1.
Curso de Monólogos de Humor “Secretos de Stand Up” Sebastián Wainraich, conocido en Uruguay como el pelado del programa de televisión argentino TVR, visitó la Trastienda para divertir a los uruguayos y más de 500 personas dejaron en evidencia con sus risas que no fueron defraudadas.