10 Reglas para salir con mi hija
Que esto sirva como aviso previo!!!
Regla UNO:
Si te estacionas frente a mi casa y tocas el claxon, más vale que vengas a entregar algo, porque de seguro no te vas a llevar nada de aquí.
Regla DOS:
Tú no tocarás a mi hija frente a mí. Puedes mirarla, mientras que tus ojos se mantengan de su cuello hacia arriba. Si no puedes mantener tus ojos o tus manos lejos del cuerpo de mi hija, te los quitaré.
Regla TRES:
Estoy consciente de que está de moda en chicos de tu edad el llevar los pantalones tan flojos que parezca que se te van a caer. Por favor, no tomes esto como un insulto, pero tú y todos tus amigos son unos completos idiotas. De todas formas, quiero ser justo y mantener mi mente abierta en este aspecto, así que te propongo un trato: Puedes venir a mi casa con la ropa interior a la vista y tus pantalones enormes, y no me opondré. Sin embargo, para asegurarme de que tus pantalones no se caigan en una cita con mi hija, primero usaré mi pistola de clavos para asegurar tus pantalones de forma segura a tu cintura.
Regla CUATRO:
Seguro que te han dicho que en mundo moderno, el sexo sin utilizar algún tipo de método de barrera te puede matar. Déjame explicarte: Cuando se trate de sexo con mi hija, yo soy la barrera y yo te mataré.
Regla CINCO:
Se dice que para llegar a conocernos debemos hablar de deportes, de política y de otros temas de actualidad. Por favor, no hagas eso. La única información que requiero de ti es una indicación de a qué hora traerás a mi hija segura a mi casa, y la única palabra que necesito escuchar de ti al respecto es: “temprano”.
Regla SEIS:
No tengo duda de que eres un tipo muy popular, con muchas oportunidades para salir con otras chicas. Eso está bien para mí si lo está para mi hija. De otro modo, una vez que salgas con mi pequeña, continuarás saliendo con ella y solo con ella hasta que ella termine contigo. Si la haces llorar, YO te haré llorar.
Regla SIETE:
Mientras estás parado frente a mi casa, esperando a que mi hija salga, y si pasa más de una hora, no silbes ni la llames. Si quieres estar a tiempo para ver la película, no deberías estar saliendo con ella. Mi hija se está poniendo su maquillaje, un proceso que puede ser más largo que pintar el Puente Golden Gate. Y en vez de estar parado ahí, ¿por qué no haces algo útil y le cambias el aceite a mi auto?
Regla OCHO:
Los siguientes NO son lugares apropiados para llevar a mi hija: Lugares donde haya camas, sofás o cualquier otra cosa más suave que una banca de madera; lugares donde no haya padres, policías o monjas a la vista; lugares oscuros; lugares donde se baile, se tomen unos a otros de la mano o haya demasiada felicidad; lugares donde la temperatura ambiente sea tan cálida que induzca a mi hija a vestir shorts, un top, camisetas cortas o cualquier cosa que no sea un suéter, una parka o un abrigo cerrados hasta el cuello. Las películas con fuerte contenido romántico o sexual deben ser evitadas; las películas con sierras eléctricas están bien. Los juegos de hockey están bien. Los asilos de ancianos también están permitidos.
Regla NUEVE:
No me digas mentiras, Puedo parecer un individuo con barriga sobresaliente, medio calvo, de edad madura y un poco insignificante. Pero en asuntos relacionados con mi hija, Yo soy el que todo lo sabe, el inmisericorde dios de universo. Si te pregunto a dónde van y con quién, tienes una sola oportunidad para decirme la verdad y nada más que la verdad. Tengo una escopeta, una pala y cinco acres detrás de la casa. No juegues conmigo.
Regla DIEZ:
Ten miedo. Ten mucho miedo. Es muy fácil para mi confundir el sonido de tu auto con el de un helicóptero atacándome en Hanoi. Cuando esa parte de mí se despierta, las voces dentro de mi cabeza frecuentemente me dicen que limpie mi pistola mientras espero a que traigas a mi hija a casa. Tan pronto como llegues aquí debes salir de tu auto con ambas manos visibles. Debes decir la palabra clave para traspasar el perímetro de seguridad, anunciar con voz clara que has traído a mi hija segura y temprano y luego regresar a tu auto. No intentes entrar: El rostro camuflado tras la ventana es el mío.