Los premios Darwin se otorgan a las personas lo suficientemente estúpidas como para morir en situaciones de riesgo provocadas por su poca inteligencia, pero cuya eliminación del mundo de los vivos impide que los genes de su estupidez se sigan transmitiendo.
Y aqui la primer ganadora
(5 de diciembre del 2009, Ucrania)
Una estudiante de química de 25 años del Instituto Politécnico de Kiev, tenía la costumbre de añadir cristales de ácido cítrico a su goma de mascar para hacerla más ácida, lo cual parece que le agradaba.
Trabajaba frente a la computadora en casa de sus padres en Konotop, al norte de Ucrania cuando, intencionalmente o por error, introdujo su goma de mascar en un químico no identificado y lo puso en su boca.
Un fuerte “¡Pop!” de escuchó, proveniente de su habitación.
La parte inferior de su rostro había desaparecido.
Un examen forense estableció que había restos de goma de mascar cubiertos con una sustancia peligrosa pero desconocida, pues el laboratorio local no tenía el equipo necesario para identificarla. La policía halló paquetes de ácido cítrico y otros de aspecto similar con el mencionado explosivo.
Concluyeron que, simplemente, la estudiante los confundió y ello le costó la vida.
Premio Darwin: Concedido