
Molesta por la lentitud con la que conducía su novio, Tamera, de 22 años, lo instó a que acelerara para poder llegar a tiempo al trabajo. Sin embargo, él seguía conduciendo a la misma velocidad.
Molesta, comenzó a burlarse, diciendo que sería más rápido caminar hasta su trabajo. Y mientras hablaba, la chica abrió la puerta del automóvil y salió… pero directo a su muerte ya que la pickup que conducía el novio iba en una vía de alta velocidad y éste no tuvo tiempo de frenar.
Hay gente que habla más rápido de lo que camina.
Premio Darwin: Concedido
