

(1989, Sudáfrica)
Durante la construcción de un elevado edificio con una estructura de acero que más tarde sería cubierto de cristal, en la ciudad de Johannesburgo, un ingeniero le pidió a uno de los trabajadores que se parara sobre una de las enormes vigas de metal que se proyectaban al vacío desde el piso número 18 para hacer contrapeso.
Y el obrero obedeció.
El ingeniero caminó sobre la barra de acero y revisó algunos detalles del trabajo, después de lo cual regresó y le dijo al hombre que podía bajarse de la viga.
Intrigado, el obrero se preguntó qué habría estado viendo el ingeniero, y caminó sobre la viga… pero no había nadie haciendo contrapeso y se desplomó desde el decimo octavo piso hasta el suelo, donde halló la muerte.
Premio Darwin: Concedido
