
El rey Trevis, consciente de que el bebé no era suyo, lo abandonó en unos arrecifes con la intención de que muriese, antes de cometer suicidio. Sin embargo, un banco de delfines, liderados por una delfín llamada Porm, recogieron y cuidaron al pequeño. Mientras tanto, el padre de Arthur tendría un segundo hijo, esta vez con una habitante de la superficie. Su nombre fue Orm.
Cuando Aquaman contaba con alrededor de diez años, y movido por la curiosidad acerca de los humanos, contactó con un farero llamado Arthur Curry, con el que desarrolló una relación paterno-filial, hasta el punto de adoptar su nombre. La repentina desaparición de Arthur Curry devolvió a Aquaman a su hábitat natural, las profundidades. En este período viviría un tiempo con un grupo de esquimales tradicionalistas, e incluso vivió un romance con una de ellas, la joven Kako. Kako fue subrepticiamente atacada por el hermano de Arthur, Orm, y para salvarla, Aquaman incurrió en las iras de una deidad local, Nuliajuk. A raíz del incidente, abandona el grupo sin saber que su pareja, Kako, estaba embarazada de su primer hijo, Koryak. Más tarde volverá a buscarlos, sin éxito.
Poco más tarde Aquaman descubrió, al fin, sus orígenes: una ciudad sumergida, protegida por una cúpula. Poseidonis. Hecho prisionero, trabará en la ciudad una valiosa amistad: la de Vulko, político atlante y soporte fiel de los derechos de Orin a la corona.
En prisión, Aquaman conoce la noticia de la muerte de su madre. Preso de la ira, escapa de su confinamiento y abandona las profundidades. Durante un tiempo, la vida de Aquaman transcurre principalmente en la superficie, donde se convierte en uno de los fundadores de la Liga de la Justicia de América. Más adelante, regresa de nuevo a su hogar para encontrarse con que Vulko, su compañero de cautiverio, ha liderado una revuelta en su favor. Aquaman recupera sus derechos de nacimiento y es coronado Rey de Atlantis.

Esta época feliz llega a su término con un hecho que marcaría al héroe de por vida: la muerte de su primogénito, Arthur III, abandonado al sol por Black Manta. Es un duro golpe que resquebraja la confianza de Mera en Aquaman. Mera le abandona y Aquaman deja Poseidonis, y su trono.

Mientras tanto, en Poseidonis se ha hecho con el trono el Rey Thessily. Thessily intenta asesinar a Koryak, hijo de Orin, para eliminar un posible aspirante al trono. Lamentablemente (para él, claro) falla y perece en el intento. Koryak lidera una masiva migración de los ciudadanos de Poseidonis hacia Tritonis, contra los deseos de Orin. En Tritonis, el rechazo de los tritonianos a acoger a los Poseidonianos obliga a Koryak y a los suyos a penetrar en los antiguos túneles subterráneos. Unos túneles sagrados y supuestamente malditos.
Por su parte, Aquaman, con la ayuda de Delfín, recupera a la perdida Mera... y a un misterioso Arthur Junior., un chico de doce años que podría ser su hijo, en una especie de Purgatorio atlanteano, en el que Mera y su hijo A.J. se han visto atrapados por Thanatos, un suplantador que se ha hecho pasar por Aquaman. Thanatos encontrará la muerte en un terremoto provocado por el Mayor Desastre, dejando a nuestros héroes atrapados en dicho Purgatorio, que sólo consiguen abandonar con la ayuda de Atlan, el padre de Arthur. Como efecto secundario de su liberación, se revela que Poseidonis está construida sobre una gigantesca nave alienígena, que es activada, llevando a la deshabitada ciudad a la superficie.

Eventualmente, la amenaza extraterrestre es rechazada y Kordax muere por su propia mano tras comprobar que no puede vencer a Aquaman. Los poseidonianos son condenados por Aquaman a reconstruir la destruída Tritonis.

Algún tiempo más tarde, la Liga de la Justicia se embarcó en la llamada Búsqueda de Aquaman. Cuando la Liga viajó al pasado remoto en el que se suponía debían estar los atlantes a salvo, descubrieron que los atlanteanos modernos habían sido esclavizados, y Aquaman neutralizado. La responsable del desaguisado, una bruja llamada Gamemnae, es finalmente vencida por los esfuerzos combinados de la Liga, un grupo de héroes llamados a sustituír a la ausente liga en el presente y el propio Aquaman.
Pero el largo período de esclavitud (quince años) le pasa factura a Aquaman, que es despojado de su cargo y desterrado de Atlantis y de los mares. Sólo con la ayuda de la Dama del Lago, Aquaman conseguirá esquivar la muerte por deshidratación. Al mismo tiempo, la Dama le dota con una nueva mano, aparentemente líquida, y que es el conducto para que Orin canalice la “energía curadora del Mar Secreto” hacia nuestra dimensión.